Hola a Tod@s:
En mi post del 20 de Noviembre “Compromiso
con el medio ambiente”, escribí esto:
Qué actitud tan diferente si la comparas con
las gentes que frecuentan los refugios de altura o con los montañeros que te
encuentras por los altos valles y cimas y con los que, sin conocerlos de nada,
acabas compartiendo trayecto, aventura, comida, anécdotas y experiencias que se
atesoran en tu espíritu en el restringido cofre de los buenos recuerdos.
Como reflejo de esta actitud, os voy a
contar una historia que me aconteció el 13 de Septiembre (el día de mi
cumpleaños) del 2011.
A modo de auto regalo de cumpleaños, decidí
ascender al pico Vignemale 3.300 m. desde la localidad francesa de Gavarnie con
mis amigos Néstor y Ramón. Como el trayecto en coche de Huesca a Gavarnie es
muy largo, decidimos hacer el pico en dos jornadas, la primera para ascender al
refugio más alto del Pirineo, el refugio de Baysselance a 2651 m. y la segunda
para hacer cima, volver al refugio, comer, volver a bajar al coche y regresar a
Huesca.
Ascendiendo el glaciar d´Ossoue |
Tengo la suerte de conocer a Paola y
Stéphane Gavard, grandes guías de montaña y magníficos escaladores y alpinistas,
guías de barrancos en el valle de Ordesa y en la Sierra de Guara y también
guardas del citado refugio, a los que hace mucho mucho tiempo en un mes de
agosto les comente la fecha de mi cumpleaños.
Refugio de Baysselance 2651 m. |
Cuando llegamos al refugio a eso de
las 17.30 h la alegría de volver a ver a Stéphane y Paola fue muy grande, nos
saludamos, abrazamos y gastamos bromas, pero rápidamente después de rellenar la
ficha de ingreso en el refugio, ellos tuvieron que volver a sus quehaceres y
nosotros hicimos una ascensión rápida al Petit Vignemale 3032 m descargados de
equipo.
Ya de vuelta, mientras estábamos cenando
Stéphane me dijo que sobre las 21.00 h, cuando hubiesen terminado de servir las
cenas, entrara en la cocina con mis amigos. Yo pensaba que nos quería invitar a
un café o a un chupito de Pacharán y así fue cafelito y chupito, pero cuando ya
terminábamos el Pacharán, de pronto se apagaron las luces y veo aparecer a Stéphane
y Paola por el pasillo de la cocina con un bizcocho con sus 44 velas que habían
preparado ellos a mano mientras nosotros subíamos al Petit Vignemale. Puede
parecer un pequeño detalle, pero debéis saber que todo lo que se consume en
estos refugios de altura, tiene que ser porteado en la mochila por los guardas
o subirlo en helicóptero y yo no les había recordado que era mi cumpleaños. Un
detalle así en un lugar como ese es una de esas experiencias que se atesoran en
tu espíritu en el restringido cofre de los buenos recuerdos.
Mis queridos amigos Paola y Stéphane |
No sé si Paola o Stéphane llegaran a
leer este post algún día, pero desde aquí quiero agradecerles lo bien que me
hicieron sentir aquel día, y puedo decir que ha sido uno de los mejores regalos
de cumpleaños de toda mi vida.
Un cordial saludo a todos y un abrazo
muy fuerte para mis amigos Paola y Stéphane, siempre me reconforta su recuerdo
cuando la montaña castiga a frio roca y hielo.
Edu.
Que detallazo Eduardo, me imagino que no fue fácil para ellos prepararte esa tarta en esas condiciones, desde luego esos detalles son los que recuerdas toda la vida.
ResponderEliminarUn saludo
Bea
Muy bonito, sí!! Tengo ganas de montaña! Un abrazo.
ResponderEliminarEsos regalos y detalles no se olvidan en la vida. Atesóralo en tu memoria.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Chao.
Pues sí, ¡qué chulo! Es un bonito gesto, y más si no te lo esperas. Luego te tocaría invitar a tí, supongo. Aunque veo un montón de bebida en la última foto.
ResponderEliminarUn saludo
Es lo que tiene la Montaña... transmite valores muy positivos no todo son adversidades sino motivacion, amistad, generosidad... Muy buen post Edu, lo comparto en Casa Javier.
ResponderEliminarSiempre queda, aunque sean en rincones, buena gente en este mundo tan complicado. Estoy segura que nunca lo va a olvidar ese día y esas velas. Un abrazo de una cinéfila, nada montañera, Merche.
ResponderEliminarPrecioso, una entrada genial, muy emotiva. Espero que de vez en cuanto compartas con nosotros alguna anécdota más como esta.
ResponderEliminarLara
ComunicataconLara
Gracias Eduardo, estamos muy emocionados! Te esperamos por tu proximo cumpleano! Paola y Stéphane
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