Hola a todos:
Como ya comente en mi última entrada, hablaremos hoy
del llamado mal de altura. A algunos les puede parecer exagerado tratar este
tema en un espacio dedicado a la iniciación en deportes de montaña, pero la mayoría
de los nuevos practicantes, sufre este mal sin percatarse de ello,
sencillamente porque desconocen los síntomas.
Mi sobrino después de una mala noche a 2.600 m. |
A nadie le debe preocupar las posibles consecuencias
graves derivadas de la altitud como el edema pulmonar y el edema cerebral, ya
que estos solo se producen en estancias prolongadas en cotas muy muy altas y
suelen ser consecuencia de una mala y poco progresiva adaptación a la altura,
pero si es interesante saber reconocer los síntomas menores para identificarlos
en nosotros mismos o en alguno de nuestros compañeros de excursión.
El llamado mal de altura, es el nombre dado a las
reacciones fisiológicas del cuerpo humano que se producen como consecuencia de
la baja presión de oxigeno que existe a gran altitud. El porcentaje de oxigeno
en el aire, es constante a cualquier cota, en torno al 21%, pero la disminución
de la presión atmosférica con la altura, hace que la cantidad de oxigeno
inspirado sea menor produciendo hipoxia, falta de oxigeno en la sangre.
Normalmente, la mayoría de las personas pueden ascender hasta los 2000 m. sin
complicaciones, pero un 25% de ellas sufrirá mal de altura si superan esta
cota. El número aumenta hasta el 50% entre los 2500 y los 3000 m. de altura y
hasta un 70 % a partir de la cota de los 3000 m.
Los síntomas más corrientes del mal de altura son:
1.
Dolor de cabeza (cefalea).
2.
Fatiga (agotamiento físico).
3.
Trastornos del sueño.
4.
Nauseas y vómitos.
5.
Trastornos digestivos.
6.
Agitación.
7.
Vértigos.
Es importante vigilar a las
personas poco habituadas a la montaña para detectar estos síntomas ya que si
unimos todo esto a la mala preparación física, el cansancio, la deshidratación, etc. pueden llegar a tener una muy mala experiencia.
Seguro que ahora que conocéis
los síntomas menores del mal de altura, os viene a la memoria alguna excursión en
la que os habéis encontrado especialmente mal físicamente, pues ahora ya sabéis
uno de los motivos de esa sensación.
Si seguís practicando
deportes de montaña, os iréis acostumbrando progresivamente a la altitud y un
buen día esos desagradables síntomas solo serán malos recuerdos enterrados en
el pasado.
Un saludo a todos y seguir
llevando vuestros cuerpos allá donde un día vuestros ojos soñaron.
Edu
Buenos días Eduardo, muchas gracias por informarnos cuales son los síntomas de los males de altura. Yo alguna vez lo que he notado cuando subo a la montaña es mucha presión en los oídos.
ResponderEliminarEste post me ha parecido muy interesante. Me encanta como lo has orientado felicidades y muchas felicidades por tu empeño, por ese motivo tienes una sorpresa en el blog Empresa y cultura online http://www.empresayculturaonline.blogspot.com.es/
Hola Beatriz:
EliminarMuchas gracias por tu nominación, te pediré algún consejillo para conseguir el premio. Respecto al tema de la presión en los oídos debes saber que es a causa de la diferencia de presión entre la parte interna del tímpano, (presión interior del cuerpo por así decirlo) y la presión atmosférica exterior ósea la presión en la cara externa del tímpano, como la presión atmosférica baja con la altitud, es esa diferencia de presión la que nos hace tener esa sensación de oídos tapaos el no dejar moverse al tímpano libremente. Al no ser una causa derivada de la hipoxia no se la considera parte de los síntomas del mal de altura. No es una explicación muy científica, pero tampoco soy médico je je.
Un cordial saludo y de nuevo muchas gracias por tu nominación.
Edu.
Hace unos años tuve un episodio de mal de altura en el lago helado de Marboré. He estado a más altitud otras veces, pero esa vez, por lo que fuera, me puse fatal!!Recuerdo que el té caliente que llevaba un compañero me revivió y pude continuar y descender sin problemas. Me encanta tu blog, Edu. Un saludo y hasta la tarde
ResponderEliminarHola Miriam:
EliminarSi una bebida caliente y azucarada te reconstituyo tan rápidamente, lo más probable es que fuera un “bajón de azúcar” lo que te causo los síntomas, puede También que fueran causa de un poco de deshidratación, si hacia frio te deshidratas muy rápidamente aunque la sensación de sed casi ni aparece, también es posible que fuera a causa de la altitud, el lago helado de Marbore camino de Monte Perdido esta a unos 2.600 m. De todas formas, seguro que la recompensa del esfuerzo, fue mayor que la sensación de malestar.
Un saludo y gracias de nuevo:
Edu.
Ufff! No sé si tendrá mucho que ver, pero a mi me pasa como a Bea con la presión en los oídos. Sobre todo la única vez que he volado en avión, al aterrizar. Era casi insoportable. Y luego estuve un buen rato que apenas oía con claridad.
ResponderEliminarHola Jorge:
EliminarComo ya le he comentado a Beatriz esa sensación se produce por la diferencia de presión entra las caras interna y externas del tímpano. Al volar en avión la sensación es mucho mas fuerte ya que el cambio de altitud es brutal y rapidísimo y el cuerpo no puede compensar la diferencia de presión tan rápidamente aunque la cabina este presurizada. La próxima vez en el aterrizaje lo que puedes hacer es compensar la presión como lo hacemos los submarinistas al descender, tapate las fosas nasales, cierra la boca e intenta expulsar el aire, al no haber salida y al estar los oídos conectados con los conductos respiratorios, el aire hará presión en la cara interna del tímpano, liberándolo de la carga de la presión exterior.
Espero que te sirva el consejo. Un saludo:
Edu.